Ábrete mundo.

Chile

El resultado del referendum celebrado en #Chile el 4 de septiembre sometiendo a aprobación popular el texto constitucional ha sido todo un palo. No me esperaba el rechazo teniendo en cuenta el gran apoyo que había tenido la apertura del proceso constituyente, un texto que yo hubiera apoyado y que mis amigos chilenos apoyaban.

¿Cual puede ser la razón del rechazo? Puede tener que ver que la constitución abordaba problemas como el #segregacionismo social/racial, el desequilibrio centro-periferia o el machismo, que son problemas reales y sangrantes, que generan mucho malestar, pero que no estaban en el debate público.

En cuanto a los elementos feministas del proyecto de constitución... el feminismo en Chile es como el surf en Suiza, se puede teorizar sobre él pero difícilmente practicar en una sociedad tan machista, en la que el tercer candidato a presidente más votado en las elecciones, Franco Parisi, no pisó territorio chileno durante la campaña porque estaba procesado por impago de alimentos a sus hijos, su condición de papito corazón no solo no fue obstáculo para el buen resultado si no que seguramente fue su causa, al ganarse las simpatías de miles de padres machistas y negligentes.

Recuerdo haber leido el artículo de un un jurista chileno, al principio del proceso constituyente, que sugería que para redactar la nueva constitución se cogiera como base la constitución de 1925, vigente antes del golpe, y reformarla, para dar una idea de continuidad histórica y legitimidad, retomando la tradición constiucionalista legítima chilena. La verdad es que parecía buena idea y visto lo visto... Seguramente a la ciudadanía le daría más confianza un texto constitucional de aire más clásico, por más que actualizado.

Seguramente el resultado del referendum se debe a que los valores culturales de la población chilena son los que son. Como ya he explicado, creo que el #machismo ha pesado mucho, en materia de género la mentalidad latinoaméricana está más cerca de la Rusa y acaso la de Idaho, que de la de Europa occidental o California

Me parece que en Chile hay un problema real de identidades y segregación, entiendo que la idea de plurinacionalidad trataba de abordarlo, pero siendo un problema muy real no estaba en el debate público, era un problema invisibilizado que cogió a la gente de nuevas y que se interpretó desde las claves del nacionalismo tradicional esquemático que ha impregnado el sistema educativo y que forma parte del folklore de las fiestas patrias. Es improbable que un ciudadano vote un día por la plurinacionalidad y dos semanas después asuma acríticamente y feliz todo el relato de las fiestas patrias, con su unidad total y sus próceres y mártires caucásicos. Chile funciona desde su independencia como una República Huinca en la que lo normal es lo caucásico (veanse los rostros de la publicidad, los presentadores de televisión, las direcciones de empresa o la política). No solo los indígenas si no que la mayoría mestiza sufre ese esquema supremacista blanco, pero sin embargo los mestizos se identifican con lo blanco-criollo-caucásico y, si la cultura criolla-blanca-hispanoamericana dominante les causa un rechazo, escapan aspiracionalmente hacia la cultura estadounidense, no hacia la cultura indígena, através del consumo de productos de entretenimiento, las iglesias evangelical o poniendo a sus hijos nombres anglos o que suenan a anglo.

Otra causa del rechazo consitucional es el #sedentarismo, me explico. La población chilena se ha hecho muy sedentaria, ha adoptado el modelo estadounidense de desplazarse en auto a todos lados, por lo menos de clase media para arriba. Así mucha gente pasa su vida en burbujas con poca diversidad social entre las que se desplaza en automóvil entre condominios, centros de trabajo o malls, sin interactuar o compartir espacio con personas pertenecientes a otros grupos sociales, en particular con las mayorías proletarias (perdón por el uso de una palabra tabú, pero a pesar de la propaganda institucional la mayoría de la población no es de clase media). La redacción de un proyecto de constitución ambiciosísimo y muy avanzado, francamente meritorio, seguramente no se hubiera producido de la misma manera si la sociedad chilena no estuviera tan fragmentada, si los diversos grupos sociales no estuvieran tan alejados, segregados, atrincherados y separados entre si, o por lo menos, si los constituyentes usaran menos el auto y caminaran más por sus ciudades o incluso si subieran a micros o autobuses y tuvieran una imagen más intuitiva de la realidad social y cultural de Chile, que por desgracia no se adapta a las aspiraciones constitucionalistas de vanguardia cuya implementación considero que hubiera sido magnífica.

¿Puede que hubiera un factor anti-intelectual en el rechazo del texto? ¿Que la mayoría social recele de los intelectuales? Si fuera así, sería un “éxito” de la actividad de destrucción del sistema educativo llevada a cabo por la dictadura, del deterioro de los colegios públicos al amparo de la constitución vigente, y del sistema de medios de comunicación chileno.

Y si, hubo un mandato de iniciar un proceso #constituyente, se sometió un texto al electorado y no se aprobó, por lo que lo normal es entender que hay que preparar otro texto, quizá de hechuras más arraigadas en el constitucionalismo clásico, pero capaz de conducir a Chile hacia la sanación de sus múltiples dolencias.