LÍNUX PARA ABOGADOS:
Hay algún abogado intrépido que usa Linux, pero aunque lo podamos usar como sistema secundario los abogados españoles seguimos atados a Windows por la dependencia de aplicaciones estatales que privilegian al sistema operativo del oligopolio Microsoft y el navegador de la multinacional Google.
Sin embargo, un sistema operativo Línux enfocado a los abogados, procuradores, graduados sociales y otras profesiones jurídicas, podría ser muy bien recibido en el sector al evitar la obsolescencia prematura de los equipos informáticos y así ahorrar costes, así como incrementando la seguridad del despacho frente a virus e intromisiones digitales. Para que un sistema Línux sea interesante para abogados debe tener las siguientes características:
- Un paquete de programas de oficina tipo Libre Office u Open Office (este requisito es facilón).
- Facilidad de trabajo en nubes, tanto comerciales como alojadas en servidor propio.
- Un programa de facturación y de contabilidad muy básica.
- Lo más importante, lo imprescindible (y lo más difícil), acceso fácil y seguro a Lexnet y también a portales de las administraciones públicas, como Red SARA, el sistema de notificaciones DEHú, Seguridad Social, Hacienda, administraciones autonómicas como la Sede Electrónica de la Xunta de Galicia, la red Mercurio de extranjería y portales de ayuntamientos. Para lo cual debería venir instalada o preinstalada la aplicación AutoFirma, un navegador ya configurado para poder entrar directamente a Lexnet y el software necesario para la lectura de tarjetas criptográficas y certificados digitales, actualizándose el sistema conforme los sistemas de acceso a esos portales vayan cambiando.
Hay que tener en cuenta que los abogados, aunque acabemos siendo bastante hábiles en cuestiones de ofimática, somos gente de letras, con lo que nuestras capacidades para la informática son limitadas y lo ideal sería que un sistema operativo dirigido a abogados y operadores jurídicos lo diera todo muy masticado. Lo del acceso a Lexnet desde Línux es para nota, complicado como obtener la piedra filosofal, pero si alguien consiguiera un sistema operativo que hiciera fácil esta cuestión, se ganaría la gratitud y buenas vibraciones de muchos abogados, así como la bendición de Júpiter y San Raimundo de Peñafort. Incluso, contando con un buen comercial, a lo mejor podría colocar el producto al Consejo General de la Abogacía Española.